viernes, 17 de julio de 2009

Errores más comunes del nivel Supervisorio II

8) Asumir que sus supervisados siempre están disponibles: Una de las herramientas fundamentales en el nivel supervisorio es la Planificación y con ella la distribución de la carga junto la correcta asignación. Cuidado con la improvisación, puede ser fatal.Recuerde y tenga siempre presente que sus supervisados son seres humanos NO Robots; tenga siempre a la mano el mapa de actividades (recuerde colocar en él las vacaciones y el entrenamiento) de todo su personal, éste es un buen asesor a la hora de asignar alguna tarea. Tenga especial cuidado en el equilibro de las asignaciones, la sobrecarga puede activar una reacción en cadena y cuando menos se lo imagine puede estar en el ojo del huracán.
9) No ser un buen cliente: Este es un error que amerita respeto. En más de una ocasión puede convertirse en la pieza clave en la elaboración de un producto. A medida que mejore como cliente mejorará notablemente su rol de proveedor. Usted sabe bien que el servicio que presta tiene restricciones, le aseguro que su proveedor padece del mismo mal y así, mientras más entienda dichas restricciones mas acertada será su planificación. Promueva la interrelación entre sus supervisados y sus homólogos del proveedor, de tal manera de tener lubricado el flujo bidireccional de información logrando así, un beneficio mutuo en pro del objetivo común, la elaboración y entrega del producto con la calidad esperada.
10) No darle importancia al entrenamiento: Éste es uno de los errores que impactan directamente en la aptitud de la empresa. Mi equipo está conformado por especialistas con mucha experiencia ¿para qué los voy a entrenar si son todos unos expertos?; grave error. Tanto la Ciencia como la tecnología avanzan a pasos agigantados, la empresa debe necesariamente correr al mismo ritmo. En este mundo globalizado, un pequeño descuido y se queda atrás, si lo duda pregúntele a la Internet.El entrenamiento no solo apunta a adquirir nuevos conocimientos sino también a reforzar los conocimientos que ya se tienen, permitiendo así la búsqueda constante del mejoramiento continuo de los procesos.
11) Tratar de conservar al empleado que quiere irse: Cuidado con este error, por qué éste, representa el broche de oro de una secuencia de errores cometidos. Generalmente se presenta cuando estamos ante la presencia de un empleado valioso, pero gracias al aleteo de una mariposa este empleado sufre un cambio en su actitud, cambio que usted no le dio importancia pero al igual que una bola de nieve, ahora es tan grande que quiere irse. Nunca añada este error a los ya cometido. Por un lado permítale irse, ya la decisión fue tomada y por el otro lado, reflexione y aprenda de los errores cometidos, trate de no volver a generar otro aleteo.
12) No reconocer el mérito: Éste también lo podríamos llamar el 2x1, si este error genera dos productos en paralelo, ambos productos fatales para su gestión. El primero, es un catalizador que acelera el descenso en el desempaño, ¿para qué esforzarnos en lograr una alta calidad si al jefe no le importa?, a él le da igual. El segundo, al no darle importancia al trabajo realizado se da origen a la desconfianza, el supervisado empieza a creer que usted se quiere llevar todo el crédito.Recuperarse de este error es realmente cuesta arriba, yo le aconsejaría evitarlo a toda costa.
Articulo tomado de: http://www.degerencia.com/articulo/errores_mas_comunes_del_nivel_supervisorio_2
Autor: Salvatore Taratino

Errores más comunes del nivel supervisorio I

¿Es posible NO cometer errores?, en lo personal creo que es imposible. El prerrequisito para cometer un error en el nivel supervisorio es simplemente ser supervisor; lo importante no es el error, es cómo corregirlo, cómo enfrentarlo, cómo superarlo, cómo minimizarlo y finalmente, cómo aprender de él para luego evitarlo.
1) Delegar lo que no es Delegable: Tenga cuidado en permitir y dejar, que otro haga lo que usted debe hacer. Son muchos los ejemplos que pudiera listar pero solo citaré dos y hablaré muy brevemente de uno.
a) La Responsabilidad a diferencia del Poder, se comparte mas no se delega.
b) No Permita que otro, gire instrucciones a sus supervisados directos. Solo usted dirige su supervisión, toda orden de acción debe necesariamente, generarla y emitirla usted en todo caso, deberá ser autorizada explícitamente por usted.
2) Permitir la Competencia entre sus Supervisados: Cuando esto ocurre, es clásico encontrar un producto final que por si solo refleja este error. Ella hizo lo que le correspondía y yo hice la mía, se juntaron ambos trabajos y se entregó, gran error. Si y solo si ambas personas son expertas en el trabajo, el producto final entregado es medianamente aceptable, pero nunca será excelente. Obviamente el error no es de ninguno de los dos, es exclusivamente suyo, ¿Qué pasó con la coordinación?, ¿Qué pasó con el trabajo en equipo?, cuidado, ¿De quien es la responsabilidad del producto final?.
3) No se tienen Objetivos Claros: Este error es sinónimo de “Entropía - Caos”, cuando esto ocurre hay una producción industrial de “yo pensaba”, “yo creía”, “yo asumí”. Y mientras esto ocurre con el personal de base, el supervisor también pensaba, creía, suponía y finalmente asumió que todos estaban abocados a cumplir con el objetivo. En toda Supervisión o Gerencia, la dependencia entre el personal es realmente alta, basta con que uno falle para colocar en aprietos al resto del equipo. Definitivamente esto se debe evitar a toda costa y para ello, se deben formular los objetivos de la forma mas clara posible. Un simple apretón de manos, en más de una oportunidad ha sellado tratos millonarios, pero por lo general, alcanzar un objetivo en base a un acuerdo oral significa tener problemas. Es responsabilidad exclusiva del supervisor, garantizar que el supervisado entienda claramente el objetivo asignado, se deben evitar a toda costa los sobreentendidos.
4) No se tienen Estándares de Calidad: El establecer los estándares de Calidad es el siguiente paso después de definir los objetivos. Básicamente es establecer el como lograr el producto final de la forma mas optima posible. Bien puede lograrse el objetivo pero no necesariamente de la forma esperada, cuidado con la eficacia y la eficiencia.
5) Olvidarse de la retroalimentación: Por lo general y en especial cuando el equipo de trabajo está conformado por especialistas en la materia, los subordinaos no ven la necesidad de la retroalimentación, después de todo ¿no se supone que ellos saben lo que deben hacer?. De esta forma, usted solo obtendrá retroalimentación cuando la solicite. Indiscutiblemente, la retroalimentación es bidireccional, mientras sea oportuna y directa propicia correcciones sobre la marcha y por ende garantiza un mejor desempeño de ambas partes, tanto es así que muchos autores recomiendan adoptar la retroalimentación como un aspecto operativo dentro de todo proceso.
6) Su equipo de trabajo necesita estar Informado: Si necesito informar a todos, pasaré todo el día informando y ¿Cuándo haré mi trabajo, si me la pasaré buscando la información y posteriormente informando?. Error, su principal trabajo es precisamente ese.Este proceso de información es tanto hacia abajo como hacia arriba, usted se encuentra exactamente en la mitad de la vía, actúa como una válvula que permite el flujo en ambas direcciones, no se le ocurra disminuir y mucho menos cerrar una vía porque la presión del flujo aumentará hasta el punto que la válvula (usted) en cualquier momento estallará.
7) Automatizar un proceso sin mejorarlo antes: Este es uno de los clásicos errores de los que les encanta derrochar dinero y horas hombre, de los que les encanta trabajar doble, de los que se sientes protegidos al justificar su ineficiencia echándoles la culta a otros. Si se toma un proceso manual ineficiente y se automatiza sin cambios y sin optimización, al final se tendrá un proceso automatizado altamente ineficiente, aún incluso aquellos procesos manuales eficientes que son automatizados sin optimización no justifican su inversión. Muchos autores afirman que entre el 30 y el 70% del mejoramiento obtenido provienen de las mejoras realizadas antes de la automatización. Cuidado, por lo general este error genera malestar, genera perdidas económicas y genera desgaste cubriendo a la supervisión o gerencia de un manto de poca credibilidad.

Articulo Tomado de: http://www.degerencia.com/articulo/algunos_de_los_errores_mas_comunes_del_nivel_supervisorio_1
Autor: Salvatore Tarantino

miércoles, 15 de julio de 2009

Barreras de Arranque II

El Rezagado: Un 16% de esos altos ejecutivos tendrán una muy difícil
adaptación. Ellos serán los incrédulos crónicos para los que la fe solo aparece en los
libros de teología; o han estado relacionados con organizaciones que tuvieron “inicios
falsos”: comenzaron el proceso con bombos y platillos, entusiasmando a todo el mundo,
declararon su compromiso, y después se echaron para atrás y dejaron las cosas a medio
camino. Prefieren no correr ese riesgo y por eso se mantienen al margen; o quizás sea
otra de las víctimas de esos procesos de reingeniería mal enfocados que alguien le
vendió como una panacea, que no logró los resultados esperados, o hizo a la empresa
inmanejable exigiendo de él esfuerzos extraordinarios para que las cosas volvieran a
marchar.

¿Y las empresas? Ellas requieren que se den ciertas condiciones:

(1) UN CIERTO GRADO DE SALUD: Si uno solo está pensando en sobrevivir, en
cubrir la nómina del viernes, de solucionar conflictos familiares o entre
accionistas, va a faltar tiempo para las cosas importantes.

(2) UNA CRISIS: A veces estamos aletargados en nuestra zona de confort y no nos
damos cuenta que el tiempo esta pasando para empresas y personas, que nos
estamos quedando irremediablemente atrás, desapareciendo paulatinamente en
un proceso de declinación imperceptible. Una crisis, natural o inducida, nos
hace ver que quedarnos estáticos puede ser peor que cambiar.

(3) TOMAR CONCIENCIA DE LA OPORTUNIDAD: Colin Powell comenta que los
ejecutivos debemos estar preparados para la soledad porque el mundo es muy
solo a los más altos niveles de decisión Gotas de Conocimiento. Pero no tenemos
porqué estar totalmente aislados. Podemos contar con la ayuda y el
compromiso de otras personas dentro y fuera de la organización, y a veces solo
tenemos que darles una oportunidad; que frecuentemente los cambios más
trascendentales no requieren grandes inversiones, y que tecnología no son solo
máquinas y productos, sino también nuevos sistemas de gerencia, y el sabio
manejo humano del capital humano.

Texto escrito por Rogelio Carrillo Penso

Barreras de Arranque I


Casi todos los altos ejecutivos de empresa que conocemos pueden verse igual que el Surfista, no están tan interesados en llegar a
la meta, la playa; como en usar todo su intelecto, todo su entusiasmo, y toda su energía
y coordinación para correr la ola construir el camino, que sus empresas necesitan
transitar para alcanzar el éxito. Casi todos pueden pintar una visión de lo que desean
lograr; y todos poseen una razonablemente buena capacidad de ejecución. La mayoría
abriga cierta necesidad de trascendencia: crear una empresa sólida, desarrollada,
competitiva y rentable para accionistas, familiares y asociados.
Quizás unos tengan mejor capacidad estratégica que otros, y posiblemente esos
otros posean una mejor capacidad para convocar y manejar gente, pero todos sin
excepción cuentan con un juego de herramientas razonablemente adecuado para atacar
la diversidad de situaciones que se verán obligados a enfrentar aunque los procesos
de adaptación competitiva requieren de los altos ejecutivos nuevas destrezas que quizás
sean de conocimiento común, pero que no son de práctica común.
Extrapolando a estos altos de niveles de dirección los descubrimientos de la
encuesta que el PMI International desarrolló hace unos años para identificar el nivel de
compromiso y avance de las organizaciones hacia el cambio, encontramos cuatro
escenarios posibles:
El Convencido: Este representa el 2,5% del universo empresarial. Descubre
rápidamente el potencial que se abre ante sus ojos, lo compara con los resultados de la
empresa y nota que hay un abismo entre lo que está haciendo y lo que desea lograr.
Descubre que hay una forma distinta de hacer las cosas y se siente profundamente
comprometido en crear las condiciones necesarias para que el cambio sea una realidad.
Estudia, aprende, busca ayuda experta, e inicia el camino con seguridad y constancia, y
se transforma en el líder visible del proceso.
El Interesado: Es el 13.5% de ese universo Ejecutivo. Le atrae el panorama,
pero todavía no siente la pasión; no está tan seguro de pueda ponerle todo el interés
que el cambio requiere. Siente que tiene poco tiempo para poder manejar el proceso de
cambio y el día a día, y abriga un poco de inseguridad sobre su propia capacidad para
llevarlo adelante. Comienza a leer y aprender las nuevas técnicas y se interesa por los
resultados que está comenzando a ver. Aunque ve los altibajos naturales del proceso
como una falta de progreso comienza a comparar el “antes” con el “ahora”: ¿Qué otras
cosas se abrirán para nosotros en el futuro? Poco a poco se monta en el caballo, lo deja
hacer, luego lo dirige más, para finalmente disfrutar del galope.
El Escéptico: Para este 68% del universo la cosa suena interesante, pero
¿porqué “este” cambio es el correcto? ¿porqué va a resultar en esta empresa si no
resultó en aquella otra? ¿Porqué me sirve a mi? Quiere una prueba que fortalezca su
confianza, que se le resuelva algún problema importante, y mientras más pronto mejor.
Desea ver como la gente comienza a manejarse mejor, a comunicarse, a interactuar
más efectivamente, a crear valor. Se impacienta cuando las cosas toman más de lo que
él cree razonable. Le fastidia tener que volver a estudiar y aprender.

Se debate entre dejar que la cosa marche y pasar la página y olvidarse de un cambio que no le es
familiar. En ese momento decide parar o continuar.
Si decide continuar, prefiere dejar inicialmente la responsabilidad de la
transformación en manos de otros, para él poder dedicarse a cosas que son de su
interés más inmediato. Solo comienza a cambiar cuando ve resultados tangibles, cuando
el clima organizacional cambia, cuando la gente comienza a tener resultados, cuando la
organización comienza andar por sí sola y todo el mundo trabaja para su éxito, cuando
ve el entusiasmo colectivo y cosecha los frutos: económicos y de toda índole: entonces
pasa el switch y se transforma en su más ferviente creyente.

Texto escrito por: Rogelio Carrillo Penso